Gracias a Kevin Eastman, el universo de las Tortugas Ninja es una realidad, y hasta el día de hoy, no ha dejado de participar en los cómics y películas que se han hecho, aunque ya no posea los derechos de la franquicia.
Hoy te cuento quién es Kevin Eastman. Uno de los cocreadores de las Tortugas Ninjas Adolescentes Mutantes. Quédate ahí.
Nació el 30 de mayo de 1962 en la ciudad de Portland, del estado de Maine, en Estados Unidos.
Creció como un gran fanático de los cómics. Desde los ochos años, usaba casi todo el dinero que le daban para comprar cómics. Los que más le gustaban eran los de DC Cómics, en especial, los de Jack Kirby, su ídolo.
Su cómic favorito de Jack Kirby era Kamandi: El último niño en la tierra. Una historia inspirada por El Planeta de los Simios. Hasta el día de hoy, lo considera la mayor influencia en su carrera como artista de cómics. Tanto, que esas historias fueron las que lo inspiraron a querer dedicarse al dibujo.
En el otoño de 1981, cuando estaba en la universidad. visitó a su novia en Massachusetts y se quedó con ella durante sus vacaciones. Allí, encontró trabajo en una cadena de supermercados, y en su tiempo libre seguía dibujando y leyendo cómics.
Un día, cuando iba de regreso a casa, encontró una copia de una revista gratuita de cómics llamada Scat, una revista de ilustraciones de dibujantes locales. La carátula de ese número en particular había sido dibujada por Peter Laird.
Eastman se entusiasmó y envió su portafolio a la revista Scat, hasta fue a las oficinas de la revista en busca de una oportunidad. Cuando llegó, los editores le contaron que la revista tenía planes de cerrar para centrarse de lleno en el negocio de la publicidad. Sin embargo, vieron su portafolio y notaron lo parecido que era su estilo de dibujo con el de Peter Laird, así que los presentaron. Cuando se conocieron, se cayeron muy bien e intercambiaron teléfonos.
Rápidamente, ambos artistas forjaron una buena amistad, ya que tenían muchas cosas en común, especialmente, su devoción hacia los cómics de Jack Kirby.
Aprovecharon que ambos tenían un estilo similar y probaron dibujar historias en conjunto, alternando páginas entre ambos y refinando detalles uno del otro.
Cuando Eastman terminó sus vacaciones, regresó a la ciudad de Maine a terminar con sus obligaciones, mientras que Laird se quedó en Northampton trabajando como ilustrador comercial y caricaturista.
En 1982, Peter Laird conoció a su futura esposa, y juntos se mudaron a la ciudad de Dover, del Estado de New Hampshire, ciudad qué, coincidencialmente, queda muy cerca de Maine, el lugar donde vivía Kevin Eastman en ese entonces.
Laird y su esposa compartían apartamento con otra pareja, pero al año siguiente, esa pareja se mudó a otra casa. Ya que tenían una habitación desocupada, Laird y su esposa invitaron a Eastman a alquilarla, y éste aceptó sin pensarlo dos veces.
Una vez viviendo juntos, Eastman y Laird unieron esfuerzos para convertirse en artistas de cómics de tiempo completo. La primera reunión que tuvieron para pensar ideas para su negocio fue en una pizzería. Consideraron varios nombres, y su favorito fue Mirage Studios.
El nombre Mirage Studios era una referencia a que en realidad no tenían un estudio físico como tal. Todo era un espejismo. Su lugar de trabajo era la sala de su casa.
Además de su trabajo como ilustradores, trabajaron en la creación de un cómic. Su primera historia juntos fue la de Fugitoid, un androide fugitivo que comenzó como un científico llamado “Profesor Honeycutt”, y en uno de sus experimentos transfirió su mente al cuerpo de un robot.
La idea era publicar el cómic de Fugitoid en un formato de póster, pero fue difícil encontrar a una editorial que lo publicara de esa manera, así que decidieron publicar ellos mismos el primer cómic de Mirage Studios: Gobbledygook #1
El primer número tenía los 2 primeros episodios de Fugitoid, 8 páginas con el arte de Peter Laird y tres páginas de una historia de Kevin Eastman y su tío. Imprimieron y pegaron ellos mismos 150 copias. De este cómic se publicó otro número más, pero el tercer cómic que publicó Mirage Studios, es considerado como el primer y verdadero cómic publicado en New Hampshire: Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes #1
En noviembre de 1983, una noche en la que habían terminado de trabajar en un episodio de Fugitoid, a Eastman se le ocurrió de la nada hacer un dibujo de una tortuga antropomorfa con un antifaz y unas armas pegadas a los brazos.
Se lo mostró a Laird y ambos se rieron. Inmediatamente, Laird hizo otro dibujo de una tortuga parecida pero más cool. Eastman, siguiendo el dibujo de Laird, hizo otro dibujo pero con cuatro tortugas haciendo poses más dramáticas y le agregó un letrero que decía Ninja Turtles. El dibujo estaba hecho a lápiz, Laird lo pasó a tinta y le agregó las palabras Teenage Mutant. Al terminar, ambos pensaron que era una de las cosas más tontas que habían hecho nunca.
De ahí en adelante, todo es historia. El primer cómic de las Tortugas Ninja se supone que iba a ser un número único, pero se convirtió en un éxito, agotando las 3.000 copias que se hicieron de esa primera edición. Eastman y Laird lo auto financiaron por un valor de 1.200 dólares, gran parte de ese dinero fue pedido prestado al tío de Kevin Eastman, Quentin. Su éxito lo convirtió en uno de los cómics autopublicados más exitosos de toda la historia.
De hecho, el concepto de las tortugas ninjas no nació de la nada. Como Eastman y Laird eran grandes lectores de cómics, se inspiraron tomando elementos de cuatro cómics muy populares en los años ochenta:
El concepto de adolescentes mutantes lo tomaron del spin-off de los X-Men: The New Mutants. El concepto de animales antropomórficos lo tomaron de Cerebus, y el concepto ninja de los cómics de Daredevil de Frank Miller.
El primer número de cómic se vendió tan bien, que no se tardaron en lanzar un segundo y un tercer número que superaban las 50.000 impresiones. Para ese momento, Eastman y Laird habían ganado suficiente dinero como para poder dedicarse por completo a Mirage Studios y mejorar sus condiciones de vida.
Desde el año 1985 ya podían permitirse otorgar licencias de las Tortugas Ninja a terceros para hacer productos oficiales. Como por ejemplo un juego de rol, camisetas, y por supuesto, las licencias que explotaría la fama de las Tortugas Ninja en todo el mundo: figuras de acción y una serie animada.
Aunque Eastman y Laird no estaban del todo de acuerdo con algunos cambios que se le hicieron a las tortugas en la serie de televisión, aceptaron seguir adelante sabiendo que todavía tenían los cómics para contar el tipo de historias que ellos querían.
A medida que la franquicia iba creciendo, Eastman se iba alejando poco a poco de su trabajo como dibujante para pasar a un cargo más de ejecutivo y de trabajo con abogados para la venta y control de las licencias. En este punto ya se podían permitir contratar a otros dibujantes que se hicieran cargo del universo de las Tortugas Ninja en los cómics.
Fue tanto el alcance que tenía la franquicia, que Marvel Cómics les propuso publicar sus historias a cambio del 50% de ganancias, pero no aceptaron.
El éxito de las Tortugas Ninja pasó a otro nivel con la película live action de 1990. En consecuencia, Peter Laird también estaba dejando de lado poco a poco su labor de ilustrador de cómics, por lo que decidió bajar un poco el ritmo su labor como ejecutivo y regresar paulatinamente al mundo de los cómics. Laird es mayor en edad que Eastman, es por esto que sintió la necesidad de recuperar un estilo de vida más pausado y tranquilo.
Eastman, por su lado, quiso explorar nuevos proyectos, así que lanzó su propia empresa editorial de cómics llamada Tundra. Era un proyecto muy ambicioso con el que Eastman buscaba impulsar a creadores independientes de cómics para adultos, publicando sus historias con altos estándares de calidad de impresión. Invirtió en ella millones de dólares pero nunca llegó a ser una empresa rentable. Sin embargo, proyectos de renombre como The Crow, From Hell, Madman, Cages y otros, estuvieron relacionados con Tundra.
Fue fundada en 1990 y sólo duró hasta 1993. Eastman decide venderla a otra empresa llamada Kitchen Sink Press, la cual cerró en 1999. Esa decisión le hizo perder a Eastman entre 9 y 14 millones de dólares.
A Kevin Eastman le encanta el cine. Por eso, ha tenido pequeños papeles en varias películas: Guns of El Chupacabra, de 1997. Return to Savage Beach, de 1998. Citizen Toxie: The Toxic Avenger IV, de 2000. The Rock n’ Roll Cops, de 2003. Tales from the Crapper, de 2004. Tuvo un cameo como recolector de basura en la película de 1990 de las Tortugas Ninja. En uno de los episodios de la serie From Dawn till dask. Además de otros varios cameos que ha hecho junto a Peter Laird en series animadas y cómics de las Tortugas Ninja.
Regresando a 1992, antes del cierre de Tundra, Eastman compra la revista Heavy Metal, una revista de ciencia ficción y fantasía con la que conoció a su segunda gran influencia después de Jack Kirby: el artista Richard Corben, quien de hecho, llegó a ilustrar la portada de uno de los números del cómic de las Tortugas Ninja de Mirage, el número 33.
Eastman lanzó su propia historia para Heavy Metal, se llamó “Fistful of Blood”, una novela gráfica en blanco y negro que presenta una mezcla de influencias del Spaghetti Western y el horror. El arte era de Simon Bisley.
Eastman vendió la revista en el año 2014, aunque siguió colaborando para ella en algunas publicaciones hasta el año 2020.
Siendo el año 2000, Kevin Eastman quería dedicarse a sus propios proyectos, así que le vendió su parte de los derechos de las Tortugas Ninja a Peter Laird y a Mirage Group. La compra se completó por completo en el 2008. Un año después, en 2009, Peter Laird, como único dueño de la franquicia, la vende a Nickelodeon.
En 2011, Eastman volvió a trabajar nuevamente con las Tortugas Ninja como escritor y artista en la serie de cómics de IDW, así como asesor en las películas live action de 2014. De ahí en adelante, ha participado activamente en cada adaptación de las Tortugas Ninja, tanto en series, cómics y películas.
Una de las más sobresalientes, es su participación como escritor y artista del cómic El Último Ronin, uno de los cómics más vendidos de los últimos años y con una secuela llamada Re-Evolution. Puedes ver el cómic narrado de la primera y segunda parte de El Último Ronin en mi canal.
Hoy en día, Kevin Eastman ocupa gran parte de su agenda trabajando en su página web, donde vende artículos exclusivos y firmados por él mismo, como cómics, figuras vintage, arte impreso y mucho más. Si quieres conseguir algo firmado por él, ya sabes dónde buscar.
Además, visita constantemente diferentes convenciones de cómics de Estados Unidos y todo el mundo, y por supuesto, no podía dejar de estar en Latinoamérica, específicamente en la Ciudad de México y su convención La Mole 2024. Una visita inolvidable para los que estamos en esta parte del mundo.